Argentina resolvió con solvencia el partido ante China y se quedó con sus primeros dos puntos en Kumamoto luego de vencer por 28-34 en el estadio Park Dome. El próximo rival de La Garra será Suecia y las dirigidas por Gallardo apuntan a conseguir un triunfo inédito para mantener vivas las chances de pasar de ronda.
Era uno de los partidos a ganar para el seleccionado que conduce Eduardo Gallardo, y lo consiguió con creces. Desde el comienzo, Argentina se presentó con una defensa firme y un ataque que complicó a una defensa china sin mayores dificultades. En 13 minutos, el conjunto argentino comandaba el marcador por 4-8 y Heine Jensen solicitó el primer tiempo muerto para pedir orden a su equipo.
De manos de Ayelén García, Luciana Mendoza y Elke Karsten llegaron casi todos los goles del primer tiempo, en el que Argentina demostró buen nivel de concentración y consiguió varios goles a través de los contragolpes de primera y segunda oleada, producto de la buena defensa y de las intervenciones de Marisol Carratú. En ataque, los lanzamientos externos de Karsten y Mendoza sumaron para construir una buena ventaja promediando el primer tiempo.
A los 19 minutos, la diferencia llegó a ser de 8 goles en favor de las sudamericanas, pero sobre los minutos finales, un parcial de 3-0 acercó a las asiáticas, que finalmente se fueron al vestuario 13-18 abajo. Karsten cerró la primera parte con 8 goles.
En el complemento hubo una leve merma en el rendimiento de las albicelestes, que le permitieron al conjunto asiático reducir la distancia, aunque el resultado favorable nunca estuvo en riesgo para las argentinas. La buena movilidad en ataque y el juego interno provocó muchas sanciones de 7 metros a favor de La Garra, que tuvo 100% de efectividad en ese rubro, en un total de 10 lanzamientos.
El resultado final reflejó la dominancia del equipo argentino, que sin embargo, pudo haber terminado con una ventaja aún mayor. La goleadora del encuentro fue Elke Karsten con 12 tantos en 12 lanzamientos (86% de efectividad), seguida de cerca por Jin Meng Qing, que convirtió en 10 ocasiones.
La jugadora del DVSC Schaeffler de Hungría no ocultó su alegría luego de haber conseguido los primeros dos puntos del torneo: “La verdad es que nos quedan sensaciones muy positivas, demostramos que fuimos de menos a más, tuvimos baches en el partido porque creo que podríamos haberlo ganado por más, pero de a poquito el equipo se va formando así que me voy muy contenta con el equipo y creo que estamos para cosas buenas”. Con respecto al próximo partido ante Suecia, la primera línea de 24 años afirmó: “Está claro que apuntamos a ganar todos los partidos, creo que ayer lo demostramos, salimos a matar contra Rusia, después ellas son claramente mejores y se vio en el resultado, pero vamos a ir a ganar contra Suecia y claramente contra Congo y esperar que Japón dé un tropezón con China”.
Por su parte, la mendocina Ayelén García, designada como MVP del encuentro (5 goles), se mostró contenta por su comienzo en su primer mundial mayor y por el triunfo del seleccionado. “Fue un debut soñado porque no me lo esperaba, todo pasó muy rápido para mí. La verdad es que perdimos contra Japón que era uno de nuestros rivales a vencer y eso quizás hizo que el debut sea un poco más triste, pero hoy ganamos estamos contentas”.
García, la más joven del plantel, confirma que el partido contra Suecia saldrán a ganarlo: “Sabemos que es un rival muy difícil pero no imposible, así que vamos apuntando partido a partido y tratando de mejorar nosotras y lograr resultados positivos”. Con respecto a la adaptación y a la experiencia en el torneo hasta el momento, la jugadora de River Plate confirmó que el cambio de horario ya no afecta al plantel: “El jet lag se nos fue hace uno o dos días. Estuvo muy bueno lo de la gira previa para adaptarnos un poco al cambio de horario, cuando llegamos acá todavía seguíamos con el cambio de horario, algunas se despertaban a las 2am, a las 4am, a las 6am y la gira nos ayudó. Hay varias chicas que juegan en Europa y muchas otras estamos en Argentina, así que la gira también nos ayudó para entendernos más adentro de la cancha”.