Grupo C
Si bien Senegal y Kazajistán se presentan como las dos selecciones ‘a priori’ más débiles, no habría ningún claro favorito al primer puesto entre los cuatro equipos restantes. Tanto Montenegro, como España, como también Rumanía y Hungría presentan argumentos de sobra para coronarse en esta primera fase, lo que hará de este Grupo C uno de los más interesantes de este inicio de campeonato.
Quizás sean las balcánicas quienes presenten el bloque más sólido de entre estos cuatro supuestos únicos aspirantes. Lideradas por una de las mejores jugadoras del planeta en su demarcación, la extremo derecho Jovanka Radicevic, las de montenegro se caracterizan por un espíritu envidiable y acostumbran a tener todo tipo de recursos bajo la manga, lo que las convierte en una de las selecciones más poderosas.
Por su parte, tanto España como Hungría cuentan en sus filas con jugadoras de calidad más que suficiente para hacer frente a cualquiera y poner en duda todos los ‘a prioris’. Las hispanas han sufrido la baja de última hora de su capitana Carmen Martín, quien no sólo influye en el juego por su calidad extrema sino por su actitud luchadora y presencia que contagia. A pesar de ello, pelear hasta el final es lo que siempre ha caracterizado a las Guerreras, por lo que es muy probable que esta circunstancia les sirva de revulsivo. Por su lado, las húngaras ya demostraron hace un año que su juego vuelve a emerger y cuentan con el equilibrio ideal entre la experiencia de jugadoras como Anikó Kovacsics y nuevos talentos como Noémi Háfra o Nadine Schatzl, que les puede ayudar a clasificarse para la siguiente ronda.
En cuanto al combinado rumano que vuelve a las manos de Tomas Ryde, (técnico que estaba al mando en 2015 cuando ganaron la medalla de bronce), podría acusar las ausencias de Eliza Buceschi y Cristina Laslo, quienes venían siendo dos co-protagonistas ideales para su máximo estandarte Cristina Neagu. La mejor jugadora del mundo está de vuelta y evidentemente esto es razón de sobra para no dar ‘por muertas’ a las rumanas, pero la realidad es que podrían verse en serios apuros ante las propuestas ‘a priori’ más convincentes que ofrecerán el resto.
Grupo D
El gran candidato para quedarse con el primer puesto en este grupo es Rusia. El campeón olímpico viene de ser plata en el europeo y este año se cumple una década de su último título mundial (China 2009). Todos esos logros fueron con Evgeny Trefilov en el banco, pero luego de que anunciara su retiro hace escasos cuatro meses meses, quien agarró la posta fue Ambros Martin. El entrenador canario lleva poco tiempo al mando, sin embargo, la base de la selección entrena bajo sus órdenes a diario, en Rostov Don. Con Anna Vyakhireva en gran forma, el conjunto ruso no debería tener sobresaltos en su camino hacia la ronda principal.
Suecia, sexta en Francia 2018, es uno de los países que debería quedarse con otra de las plazas para la main round. Si bien no obtuvo grandes resultados en la historia de los mundiales (en Alemania 2017 jugó semifinales por primera vez, quedaron 4tas luego de caer ante Países Bajos), el pase de ronda no debería ser un conflicto. No obstante, su jugadora estandarte, Isabelle Gulldén, llega con muy poco rodaje ya que su regreso a las canchas luego de haber sido madre en junio, se produjo hace menos de un mes. Además, será interesante ver quién podrá suplantar la ausencia de la especialista defensiva Sabina Jacobsen que a último momento quedó fuera de lista por una lesión en la rodilla.
El país anfitrión será otro de los serios contendientes por un lugar en la main round. Las japonesas vienen de empatar ante Eslovenia y caer ante Francia y Brasil en la Japan Cup, pero sin dudas demostraron que tienen con qué ganarse un lugar entre los tres mejores del grupo. La velocidad de su juego posicional y el contragolpe son sus mejores armas e, indudablemente, el público puede ser un gran aliado durante la competencia. Si el Park Dome está a tope, las locales podrían sacar ventaja de ese apoyo.
Pasó poco más de un año desde que el entrenador Eduardo Gallardo tomó las riendas del seleccionado argentino, y fue tiempo suficiente para darle otra impronta al equipo. Las albicelestes llegan a este mundial con una mentalidad más fuerte, habiendo jugado partidos de gran calidad durante este 2019, que incluyó giras por Polonia y Noruega, además de la participación en los Juegos Panamericanos Lima 2019, donde se quedaron con el segundo puesto. El objetivo del equipo será superar por primera vez en la historia la primera ronda, y el debut ante Japón será clave para saber si podrán conseguirlo.
China y República Democrática del Congo son dos de los equipos que uno esperaría ver disputar el quinto puesto del grupo, por haber sido terceros en sus respectivos torneos continentales. El correr de los partidos nos dirán si están para algo más, aunque 'a priori' no supondrían riesgos para ninguno de los equipos que buscan quedarse entre los tres primeros.
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