Alemania plantó cara, pero el oro fue para Noruega

El conjunto escandinavo volvió a lo más alto del podio mundial después de cuatro años, tras vencer en una ajustada final a Alemania por 20-23. Las dirigidas por Ole Gustav Gjekstad completaron el “grand slam” del handball luego de haber conseguido el oro olímpico en París 2024 y el campeonato europeo de Austria, Hungría y Suiza 2024.

Katrine Lunde, levantando el último trofeo con la selección, su tercer oro mundial. Foto: IHF / kolektiff

Las conducidas por Ole Gustav Gjekstad, que consiguió su primer oro en su primer torneo oficial como entrenador, sumaron su quinta estrella en mundiales y se transformaron en la selección con más títulos en mundiales femeninos (a 1 de igualar a la selección masculina de Francia).

En un torneo en el que no habían sido del todo desafiadas, las escandinavas debieron sacar lo mejor de sí para vencer a un conjunto teutón que llegaba envalentonado por haber clasificado a su primera final en 32 años. Las comandadas por Markus Gaugisch ya habían hecho historia al superar la instancia de cuartos de final en un mundial por primera vez en 18 años, y llegaban a Rotterdam habiendo superado de manera contundente a todos sus rivales en el desarrollo del torneo. Ya en la ciudad neerlandesa, habían vencido con mucha altura en la semifinal a las campeonas defensoras, Francia.

En un encuentro entre dos equipos que habían tenido un recorrido similar a lo largo de la competencia, muchos habrán supuesto que la verdadera incógnita era cuánto tiempo pasaría hasta que Noruega estableciera la diferencia en el marcador. La duda se disipó rápidamente en los primeros minutos; Alemania se plantó en el 40x20 con la tenacidad de quien llega a una final mundialista por su propio peso. Desde el primer minuto quedó claro que no sería un trámite.

Alemania golpeó primero, a través de Lisa Antl, pero el inicio fue un intercambio frenético: ocho goles en los primeros cinco minutos (4-4) marcaron un arranque de alto voltaje, con ataques cortos, defensas aún desacomodadas y protagonismo inmediato de las arqueras. Katrine Lunde, que jugaba su último partido con la selección escandinava, empezó a avisar desde temprano que su noche iba a ser especial.

El primer tiempo tuvo a Alemania mejor plantada defensivamente; con la agresividad que la caracterizó todo el torneo. Parada en ocho metros, cortando líneas de pase que les permitió lastimar de contragolpe, y en ataque, con la potencia de Emily Vogel y la lucidez de Alina Grijseels en el comando. Noruega, en cambio, sufrió para encontrar continuidad ofensiva, desperdició oportunidades claras (incluidos penales y lanzamientos desde seis metros), y se sostuvo en partido gracias a Lunde, que ya acumulaba seis atajadas antes de los 20 minutos. Tal vez el síntoma que más resaltó la dificultad en ataque fue la falta de gol de Henny Reistad en todo el primer tiempo, que finalmente terminó 11-11 gracias a un gol con arco vacío de Maren Aardahl.

A 11 segundos del inicio del complemento, Reistad marcó su primer gol del partido, y destrabó el ataque noruego, que con el cambio de lado empezó a contar con Nora Mørk en el ataque. Un verdadero golazo de Annika Lott a un ángulo puso el empate 12-12, pero un gol más de la mejor jugadora del mundo y dos de Thale Rushfeldt Deila pusieron por primera vez la diferencia de 3 en el tanteador, para que Gaugisch pida su segundo tiempo muerto antes de los 7 minutos.

Con carácter, intensidad y empujada por un público que no dejó de creer, Alemania volvió a meterse en juego. Apenas pasado el meridiano del segundo tiempo, Nieke Kühne empató en 17 y el partido entró en su tramo más tenso. Cada ataque noruego era más largo que de costumbre y el equipo cometía faltas técnicas, pero en ese contexto, apareció la jerarquía. Lunde sostuvo cuando más apretaba y en un partido en el que llegó a tener el 46% de paradas (11/24 en casi 40 minutos), la joven de 45 años cerró el arco con un 41% final.

A falta de 6 minutos, Katharina Filter le detuvo un penal a Mørk y Alemania tuvo pelota para empatar las acciones (19-20). Grijseels, que en el tramo final del partido estuvo intratable desde la izquierda, tuvo dos jugadas consecutivas que pudieron haber torcido el destino; la primera, detenida por Lunde, la segunda, denegada por el palo. Mientras tanto, Malin Aune marcó sus dos únicos goles del partido para poner el 19-22 que fue cerrando el partido a falta de dos minutos y medio. 

Emily Vogel fue una de las goleadoras de Alemania, con 4 tantos. Foto: IHF / kolektiff

Una asistencia de Reistad para el gol de Vilde Ingstad puso el 20-23 definitivo en una final para los libros. Noruega se quedó con su quinto oro mundial, mientras que un increíble equipo alemán consiguió su primera medalla en 18 años y disputó su primera final en 32 años. Katrine Lunde cerró su carrera con la selección como la mejor arquera del torneo, revoleada por los aires por sus compañeras, aplaudida por las 9000 personas que llenaron el Ahoy Arena y que, a diferencia de otras veces, se quedaron hasta el último momento de la premiación, pese a que las locales no llegaron a subirse al podio.

Thale Rushfeldt Deila y Reistad terminaron como máximas goleadoras del partido y de Noruega con cinco tantos cada una, mientras que Vogel, Viola Leuchter y Grijseels fueron las máximas anotadoras para el conjunto teutón, con 4 goles.

Lo que dijeron las protagonistas

Malin Aune (Noruega)

Sobre el nivel de la final: “Estoy muy impresionada con el nivel de las alemanas, son muy fuertes, buenas en ataque, en defensa, tienen buen tempo, buen físico, lo tienen todo y realmente merecían estar en la final. Nos lo hicieron difícil a nosotras hoy, pero estoy contenta de haber ganado el oro, muy feliz”.

Sobre cómo las nuevas incorporaciones se ensamblaron en el equipo para conseguir un nuevo oro: “Tenemos buenos modelos a seguir en nuestro equipo e intentamos seguirlos, ellas nos ayudan, y las jugadoras jóvenes en Noruega trabajan duro y quieren jugar en esta selección. Siento que encajamos bien, las jóvenes, las más grandes, nos gusta estar juntas, jugar al handball, hablar de handball, es lindo formar parte de este equipo”.

Sobre lo que significa este nuevo título: “Significa mucho para nosotras. Hace un mes que estamos juntas, trabajando duro, la gente está lejos de sus hijos, de sus familias, y realmente queríamos estar acá y ganar el oro. Y esto muestra también que somos buenas como equipo, que trabajamos bien juntas y es lindo tener esta medalla para probarlo. Creo que todos en el equipo lo merecían y estoy muy feliz por todos”.

Nora Mørk (Noruega)

Sobre el desarrollo de la final: “Creo que Alemania se fue desarrollando muy bien (en la competencia), esperaba un partido muy duro. Me parece que es duro llegar a una final así cuando todo hasta ahora había salido tan bien y no habíamos tenido mayores dificultades, así que en cierto modo es una presión llegar así, porque ellas no lo habían conseguido en muchísimos años, así que de alguna manera no podíamos ser más favoritas que ahora. Pero por otro lado, esperábamos que fuera duro y fuimos aprendiendo durante el partido, porque también hacía mucho que no nos enfrentábamos a ellas, al final la defensa se deslomó y Katrine estuvo por arriba del 40%, creo que dejarlas en 20 goles fue la clave para el éxito”.

Sobre jugar con Henny Reistad: “Es un verdadero disfrute, es la mejor jugadora del mundo sin dudas, no hay nadie como ella. Creo que hoy se pudo ver que a veces es humana (risa), pero de igual manera fue crucial en el cierre y es increíble jugar con una jugadora como ella, es la mejor, y probablemente sea la mejor de todos los tiempos, así que yo simplemente la disfruto”.

Sobre su regreso a la selección tras haber sido madre: “No voy a mentir, fue muy duro, ahora mismo se cumplen dos semanas de no ver a mi hija. Han sido días muy difíciles pero ha valido la pena. Realmente no estaba buscando estar en el equipo, no me puse ningún tipo de presión después de haber sido madre, esperaba ver cómo reaccionaba mi cuerpo; trabajé duro, por supuesto, pero pensando en si mi cuerpo iba a estar listo, si me iba a sentir bien, pero también pensando en si estaba bien estar lejos de una hija de seis meses, pero ahora siento que valió la pena. No puedo esperar a volver a casa; y siento mucho respeto por las mujeres que son madres y atletas, porque realmente requiere mucho (esfuerzo)”.

Katrine Lunde (Noruega)

Sobre el final de su carrera con la selección con otro oro: “Después del partido estoy realmente muy, muy orgullosa. Pero dos minutos después (del final) me sentí sin energía, completamente vacía y cansada, de alguna manera terminando (un ciclo); pero a la vez pensando lo orgullosa que estoy por mis resultados hoy, por los del equipo. Jugamos en un gran nivel todo el torneo, y terminarlo de esta manera no podría ser mejor”.

Sobre lo complicada que fue la final en un torneo en el que no tuvieron mayores dificultades: “Yo lo veo un poco diferente, porque siento que tuvimos muchos desafíos en el camino, pero estuvimos enfocadas todo el torneo y tuvimos todas las posiciones muy bien cubiertas, pudimos mantenernos fuertes y continuar así en todos los partidos. El de hoy fue muy parejo y muy duro, pero nos gusta así, cuando terminamos ganando al final”.

Ole Gustav Gjekstad (entrenador Noruega)

Sobre haber conseguido el oro en su primer torneo al mando del equipo: “Por supuesto estoy muy contento, muy contento con el hecho de que hayamos tenido que realmente pelear por el oro en un torneo en el que hemos ganado con bastante diferencia. Este partido contra Alemania fue difícil y ellas estuvieron jugando muy bien, nos lo hicieron complicado, así que ganar con esta dificultad es satisfactorio, y por supuesto, que Katrine haya terminado su carrera con la selección con un oro, eso es muy merecido”.

Sobre qué hicieron bien para ganar: “Mejoramos la defensa en los últimos 40 minutos, creo que eso fue importante. El ataque no estuvo bien en ningún momento, salvo en los primeros 10 minutos, creo, así que tuvimos que luchar por cada gol porque ellas estuvieron bien en defensa. Fue parejo, pero creo que conseguimos tener más autoridad en nuestro juego y tener más control en el segundo tiempo, cosa que no pudimos hacer en la primera parte”.

Sobre si sentía presión por ganar el título sabiendo que era el último partido de Lunde: “Sí, había una gran presión, mucha gente quiere que ganemos y la mayoría de la gente espera que ganemos, así que hacerlo es lindo para nosotros, y para mí. Sabemos que estas victorias no vienen de arriba, tenemos que trabajar para conseguiras y Alemania hizo una gran final y un gran torneo, así que nos lo hicieron difícil”.

Sobre por qué el recambio en Noruega no parece pesar tanto: “Creo que una de las cosas que hacemos bien es no hablar de las jugadoras que no están, sino que trabajamos con las jugadoras que sí están y hablamos de las jugadoras que están. Perdimos a 6 jugadoras con respecto a los Juegos Olímpicos, pero hay nuevas jugadoras que se suman y si seguimos hablando de las jugadoras que no están, le hacemos creer a las jugadoras que sí están que no son lo suficientemente buenas, así que una cosa importante en este equipo es hablar de las jugadoras que sí están”.

Emily Vogel (Alemania)

Sobre haber conseguido la medalla de plata: “Estoy realmente muy, muy orgullosa, de todos los partidos que mostramos hasta ahora. Creo que jugamos un handball muy lindo, fue muy divertido, nuestra defensa fue increíble, y no hubo muchos minutos en los que nos decepcionamos. Creo que estas fueron las mejores actuaciones, las más dominantes, que yo recuerdo desde que estoy en la selección nacional. Estoy muy orgullosa de haber conseguido esto y de llevar la medalla de plata a casa. Por supuesto que uno podría decir que estuvimos muy cerca del título, pero Noruega es un equipo increíble y creo que podemos estar muy orgullosas de lo que demostramos. 

Sobre formar parte del equipo que disputa una final luego de 32 años y que gana una medalla luego de 18: “Se siente increíblemente bien. El año pasado clasificamos a los Juegos Olímpicos por primera vez en 16 años, creo, y ahora llevar una medalla mundial después de 18 años es increíble. Estoy muy orgullosa de formar parte de este equipo y de volver a poner al handball femenino alemán donde creo que debe estar, y creo que este es un muy buen comienzo para el futuro”.

Sobre si su madre (Andrea Bölk), que formó parte del oro mundial de 1993 compartió algún consejo con ella antes de la final: “En verdad no fue nada sobre handball, me dijo que tenía que disfrutarlo, que diéramos todo en la cancha, como lo estuvimos haciendo todo el torneo, y si bien no llegamos al oro, todos están muy orgullosos de mí y de lo que conseguimos como equipo”. 

Sobre cuál fue el ‘click’ que hizo el equipo para conseguir este resultado, considerando que se trata casi del mismo plantel de los últomos torneos: “Es una muy buena pregunta, pero creo que en general esta vez finalmente pudimos plasmar nuestra calidad en la cancha. La defensa estuvo sobresaliente durante todo el torneo, y creo que dejar a Noruega en 23 goles habla de una actuación sobresaliente en la final. Y finalmente pudimos plasmar nuestra calidad en el ataque también, fuimos peligrosas en todas las posiciones, fuimos valientes, todas pusimos mucha energía sin importar quién estaba en la cancha, todas pusimos ese fuego, aportamos al equipo. Creo que pudimos ser nosotras mismas, comunicarnos mucho y jugar con calma y con agresividad en defensa”.