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Foto del escritorLaura Agena

Sexta corona para las reinas de Europa

Győri Audi ETO KC es, por sexta vez en la historia, el campeón de Europa. En una final que no llegó a ser emocionante, el equipo húngaro superó por 30-24 a un SG BBM Bietigheim que no pudo replicar lo hecho en la gran semifinal ante Metz Handball. 


Por quinta vez desde la introducción del nuevo formato en 2013/14, el poderoso Győri Audi ETO KC se proclamó campeón continental en Budapest. En el décimo aniversario del EHF FINAL4, ahora celebrado en el MVM Dome de la capital húngara, las conducidas desde hace poco más de dos meses por Per Johansson recuperaron el trono luego de cinco años y cerraron una temporada que, como varias de las jugadoras coincidieron, fue una montaña rusa.


Es que el dominio demostrado en la máxima competencia de clubes de Europa no pudieron replicarlo a nivel doméstico; tanto la Liga como la Copa de Hungría fueron para FTC Rail Cargo Hungaria, y por eso este cierre de temporada fue una especie de desahogo para muchas jugadoras, que remarcaron el hecho de que, como suele ocurrir a este nivel, era una oportunidad para terminar de la mejor manera con este equipo, que en los próximos meses tendrá otra fisonomía.


La sueca Linn Blohm, uno de los baluartes en defensa de este equipo, fue una de las varias jugadoras que consiguieron su primer título de Champions League. La pivot de la selección nacional desbordaba de alegría: “Esto es enorme, hemos peleado tanto por tener este oro y este trofeo en los últimos años, y creo que este año pensábamos que era nuestro año; tuvimos muchas dificultades en una temporada que fue de altibajos, pero este fin de semana creo que encontramos algo que nos unió como equipo y nos hizo pelear la una por la otra, y poner siempre por delante al equipo”.


PlaymakerWH: ¿Qué es exactamente lo que encontraron?


Linn Blohm: Estuvimos en una montaña rusa en esta temporada, cambiamos de entrenador hace unas semanas, pero creo que estas chicas y este equipo querían demasiado esta medalla. Estas maravillosas jugadoras son además grandes personas, ninguna piensa en sí misma antes que en el equipo, y en los últimos días encontramos algo que nos conectó aún más: el hecho de que muchas de estas chicas dejarán el club, otras terminarán su carrera, y que sabíamos que esta era la última oportunidad para ESTE equipo de conseguir esto. Siento que como equipo lo queríamos demasiado y hoy lo demostramos.


PM: ¿Cómo fue la llegada de Per Johansson al grupo?


LB: Él llegó con una nueva estratégia, una nueva táctica y buenas sensaciones. Sabía que se nos habían dificultado algunas cosas antes de su arribo, así que intentó conectarnos nuevamente, intentó que nos encontráramos, que levantáramos nuestra confianza, y creo que lo logró.


PM: ¿Creés que el hecho de que Bietigheim llegara como punto podía ser peligroso en esta final?


LB: Sí, creo que sí. Ellas jugaron increíble en el segundo tiempo contra Metz, fue espectacular. Así que por supuesto llegaban con gran ánimo, sin nada por perder, ellas nunca habían llegado hasta acá, así que todas eran victorias para ellas. Ya habíamos jugado dos veces contra ellas en la temporada y el último partido casi lo perdemos, así que sabíamos que eran muy buenas y que podían jugar como lo hicieron el ayer; pero hoy siento que estuvimos metidas desde el principio, e hicimos valer el hecho de que ya habíamos estado aquí.


Veronica Kristiansen, que volvió al ruedo luego de haber sido madre hace casi un año, tuvo un fin de semana en el que fue clave en la rocosa defensa del club húngaro. La noruega, fuerte como siempre, tuvo uno de los trabajos más sucios el sábado, intentando neutralizar a la mejor jugadora del mundo (además de Stine Oftedal), su compatriota Henny Reistad. Su rol defensivo fue importante en la obtención de este nuevo título, su segundo con este club.


“Se siente increíble, así es realmente como queríamos terminar la temporada, como equipo, como club. La liga húngara fue una montaña rusa para nosotras, como todos saben, y queríamos demostrarnos a nosotras mismas, antes que nada, pero también a todos alrededor, que este club y este equipo es mejor de lo que mostramos en la liga. Esto es por lo que queremos pelear siempre; no sólo a nivel internacional, pero también a nivel nacional”, enfatizó la lateral.


PM: ¿Qué tan fácil o difícil fue volver luego de tu embarazo?


VK: Definitivamente no fue fácil, fue un trabajo muy duro, pero estoy feliz de que en general, durante mi embarazo, pude entrenar como quise y que tuve a un novio que me apoyó y me ayudó en todo lo que tuve que hacer para volver. Estoy muy feliz de haber podido ayudar al equipo con lo que sé hacer, con lo que puedo hacer, y de haber ganado juntas este fin de semana.


PM: En los últimos tiempos tuviste un rol más preponderante en defensa, ¿cómo estás llevando esa fase tuya?


VK: En general siempre trato de enfocarme más en esa fase, porque creo que son las defensas las que ganan trofeos, no las jugadoras que meten de a diez goles; sino las defensas como una unidad colectiva, junto con las arqueras. Es algo en lo que realmente me estuve enfocando, en ser como un mosquito molesto en defensa, y de mantenerme fuerte, por supuesto.


La primera línea francesa, Estelle Nze Minko, se sumó este fin de semana a un selecto grupo de jugadoras que consiguieron todos los títulos más importantes del planeta. Campeona mundial en 2017 y 2023, campeona europea en 2018 (a la postre, en su propio país) y ahora campeona del máximo torneo de clubes de Europa. Llegó al club en 2019, año en el que las húngaras consiguieron su tercer título consecutivo en Budapest, pero desde entonces, si bien siempre llegó a la definición, nunca había podido levantar el trofeo; en retrospectiva, es algo que la versátil jugadora agradece. 


“Se siente bien, se siente merecido, pero creo que también estoy agradecida por haber fallado cuatro veces para finalmente conseguirlo. Se siente bien haber trabajado tan duro y haber aprendido varias lecciones en el camino. Estoy muy contenta, estoy feliz y creo que esta medalla significa mucho para este equipo en particular, porque hemos estado trabajando juntas por varios años y ha sido duro en algunos momentos para nosotras. Ahora realmente me doy cuenta lo mucho que vale este momento después de haber pasado por tantos altibajos”, reflexionó con una sonrisa en el rostro.


PM: ¿Dónde ponés esta medalla dentro de tus logros?


ENM: (piensa) La pongo junto con todas las medallas de oro que gané con la selección. Este torneo es muy especial, honestamente creo que es el más duro, el FINAL4 es cruel, es duro, es tan único, no se puede comparar con otra competencia; no tenés tiempo para regenerar, no tenés tiempo para preparar el segundo partido, todo pasa tan rápido, es brutal; creo que es la competencia más dura y por eso esto es especial. 


La cancha ya estaba siendo desmantelada del estadio mientras que una de las jugadoras seguía conversando con la prensa en la zona mixta. Los carros que llevaban los rollos de taraflex enrollados hacia los camiones hacían ruido en el fondo y Stine Oftedal seguía bajo la luz de los reflectores; claro, no hubo nadie que no quisiera hablar con ella después de semejante cierre para su carrera en clubes. Con el premio de MVP en su mano izquierda, y un libro obsequiado por algún fan en su mano derecha, la noruega se detuvo una última vez. 


“Creo que hoy sentí todas las emociones, pero felicidad es la más grande y la más importante. Se siente increíble haber obtenido nuevamente este título, sabía que podíamos lograrlo, pero hay algo extra en el hecho de haber podido manejarlo bien. Tuvimos varios altibajos durante toda la temporada, y en los últimos años también. Y haber podido conseguir esto otra vez, el hacerlo por nosotras, significa mucho”, explicó, evidentemente cansada de tantas preguntas, pero sin perder la sonrisa.


PM: Después de la semifinal del sábado, ¿pensaron que el hecho de que Bietigheim fuese el menos favorito podía ser un factor de riesgo?


Stine Oftedal: Bueno, cuando vimos el partido de semifinales todas pensamos que Bietigheim había estado muy fuerte contra Metz; verlas jugar de esa forma hizo que fuera fácil no subestimarlas para nada, y creo que llegamos al partido con la sensación de que realmente dependía de nosotras y de que si les dábamos alguna chance, la iban a tomar, así que se las denegamos y creo que lo hicimos de buena manera también desde el punto de vista mental.


PM: ¿Cuál fue el elemento que las hizo quedarse con el título este año?


SO: Me parece que si bien jugamos muchos buenos partidos en la temporada, no conseguimos todos los títulos que queríamos; pero creo que fuimos logrando construir una defensa cada vez más fuerte, que cada jugadora se sintiera mejor en su rol y eso se condensó muy bien este fin de semana. Si jugamos con una defensa así, nuestras arqueras también pueden tener actuaciones como las de estos dos días.


PM: Además de esa medalla en el pecho, el trofeo, y el premio que llevás en tu mano, ¿cuál es el mejor recuerdo que te llevás de este fin de semana?


SO: Creo que los dos últimos dos minutos de la final fueron increíbles, en ese momento realmente me quebré un poco y fue muy especial. 


Del otro lado de la felicidad del Győr, también había algo de felicidad en el conjunto alemán. En parte por haber callado varias bocas tras haber conseguido un triunfo inobjetable sobre uno de los candidatos al título, y por otro lado, por haber llegado por primera vez al EHF FINAL4 (e incluso haber pasado a cuartos de final por primera vez) y por ser el primer equipo en disputar semifinales europeas en 29 años. Para Gabriela Moreschi, la arquera con mayor cantidad de paradas en la temporada (antes del FINAL4), el sabor del segundo puesto es agridulce, pero de un valor impresionante.


“Estoy muy orgullosa de tener esta medalla en mi pecho, en mi primera participación en un FINAL4. Terminar con la medalla de plata, claramente no era lo que esperaba, pero también sé que hay muchas jugadoras que terminan su carrera sin haber tenido la oportunidad de estar acá y nosotras pudimos, así que estoy orgullosa de mi equipo. Obvio que tiene un sabor un poco amargo porque no conseguimos jugar como esperábamos hacerlo, tuvimos varias fallas tanto en defensa como en ataque, pero en general estoy muy orgullosa”, afirmó la arquera brasilera. 


PM: ¿Cuál fue la sensación del equipo dentro del vestuario, antes del partido, sabiendo que para muchas era la última temporada con este equipo?


GM: Bueno, llegué a hacer el comentario a las chicas de “qué suerte que mi último partido de la temporada con ustedes es una final de la Champions League”, así que no hay forma de terminar esto triste. Al final del partido, involuntariamente, empecé a llorar porque se me vino eso a la cabeza, el pensar que fue la última vez que usé la camiseta del Bietigheim, un equipo muy especial al que le tengo mucho cariño


PM: Al final del partido, antes de la entrega de medallas, Bruna se acercó a darte un abrazo, ¿qué se dijeron?


GM: Bueno, ya cuando vi que se acercaba empecé a llorar (risas). Me dijo que tenía que estar feliz y orgullosa por la temporada que había hecho, que para ella había sido la mejor arquera de la Champions, que estaba muy orgullosa de mí y que Brasil también estaba orgullosa de mí, así que por supuesto me hizo llorar mucho más. 


PM: Con Bruna ya son cinco las brasileras que se consagraron campeonas de Europa, y con vos ya son seis las que tuvieron la chance de jugar un EHF FINAL4, ¿qué creés que representa esto para Brasil? 


GM: Espero que los brasileros estén orgullosos de eso, porque es algo muy grande, lo que estamos viviendo, que Bruna sea campeona, es algo muy grande. Yo no sé si todos llegan a tomar dimensión de lo que significa, jugar todas las semanas contra las mejores del mundo, mantener el nivel tanto físico como mental para aguantar todo esto, así que espero que estén orgullosos. 


PM: Duda Amorim estuvo presente en el estadio, una jugadora que es una leyenda mundial, que lo ganó todo, ¿vos llegaste a soñar con replicar algo de lo que ella hizo en algún momento?


GM: Yo soñaba porque, como dicen, soñar es gratis (risas). Mi mayor sueño sin dudas era llegar acá, pero nunca me imaginé que iba a ser de esta manera, fue mucho mejor de lo que esperaba. No esperaba con 29 años tener la responsabilidad de ser la primera arquera de un equipo de final de Champions League, con la responsabilidad que tengo en el equipo, pero sí siempre lo soñé y siempre fue mi mayor sueño.


Se cierra una nueva temporada de clubes en Europa, y aunque todavía queda por disfrutar el mejor evento del año, los Juegos Olímpicos, es difícil no empezar a sentir la nostalgia que traen consigo las despedidas. Ninguno de los cuatro equipos que llegaron este año a Budapest serán los mismos a partir de la próxima pretemporada; habrá nuevos entrenadores, nuevas jugadoras, ausencias irremplazables, pero lo que se mantendrá serán las ganas de volver a vivir la experiencia de llegar a esta meca del handball europeo.

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